sábado, 25 de octubre de 2008

Guadalara, último concierto


Ya me habían dicho que los autobuses españoles eran mucho peores que los mexicanos, algo que hemos podido verificar en estos días de viaje. Hoy nos espera el más largo de todos, ya que dentro de hora y media salimos de vuelta México DF, para pasar mi último día por tierras aztecas, ya que el domingo las 12:00 (hora de México, 19:00 hora de Madrid) regresaré a España. María José se queda unos días más, ya que el próximo jueves toca en "El breve espacio" en el DF.
Ayer fue un día lleno de sensaciones, a la llegada a Guadalajara, en la terminal nos esperaba Alejandro Filio, del que pude comprobar que Checho Félix tenía razón cuando le definía como un "anfitrionzazo", ya que se deshizo en detalles con nosotros.

Para empezar, paramos a comer en Tlaquepaque, un precioso lugar donde nos agasajó con una típica comida mexicana (eso si, en la que intentamos que el picante brillara por su ausencia). Durante la comida vinieron al menos 30 mariachis a ofrecerse, Alejandro para quitárselos de encima utilizó varias tretas, la más divertida era la de pedirles que cantaran una determinada canción que él tarareaba, lo divertido estaba en que cada vez se inventaba una canción distinta, que por supuesto los mariachis desconocían.
Por la tarde nos dirigimos al mítico "Rojo Café", el local regebtado por Alfredo Saras, donde tocamos por la noche. El Rojo es un lugar precioso, uno de los sitios con más encanto que he visto, con grandes medios técnicos, un muy buen sonido, un escenario grande y cómodo y además Alfredo nos colmó de atenciones.

Mientras probábamos sonido, apareció en la sala mi amigo José Luis Bárcenas, al que todavía no había podido conocer en persona, pero al que ya sentía como de la familia, ya que hace bastantes años que andamos juntos por el ciberespacio. Él fue "el culpable" de que nos conozcamos María José Hernández y yo, ya que hace unos años que me envió por email una canción de ella, de la que me enamoré, luego surgió la amistad entre ella y yo.

Luego el concierto, el que para mí fue el último de esta gira, de ahí el regusto especial que tuvo. Me sentí bastante cómodo en el escenario, María José me dejó ser el que cerrara (hasta ahora había comenzado yo los otros conciertos), lo que me pudo el listón más alto.
Como anécdota, en la última canción quer hice, que fue el "bis", tocando "Viviendo un poema" rompí una cuerda (algo que siempre me ha pasado mucho, pero que hacía años que no me pasaba en un concierto).
En resumen, una jornada muy especial, entrañable y llena de amigos.
PD: No me puedo olvidar de Fernando Escobar, que tuvo la gentileza de abrir nuestro concierto, Fernando es un excelente trovador y una mejor persona.

4 comentarios:

Romano dijo...

Fran ,te mando un fuerte abrazo a la distancia,pero diatancia de verdad,va el culo del mundo (China),,jejeje,,,

piedra_de_sol dijo...

Pero tu ibas de gira? O de visita a amigos y ruta turístico-gastronómica? Jejeje... la buena vida!!!

Besos y música,
Jara

Carlos de Abuin dijo...

La foto tuya medio sobao en el bus es impagable...
Me alegra que Filio te recibiera como mereces; lástima que los mariachis no te agasajaran con una canción tuya ¿qué tal "Leyendas" por ejemplo en versión ranchera???
Bueno, golfos, que paséis bien lo que os falta.

Un abrazo con jalapeños.

Carlos

síl dijo...

madre mía, que girón :)
qué bien se está por esos lares, eh?!
un abrazo y que la vuelta no sea muy dura