viernes, 2 de diciembre de 2011

Mañana deportiva y segundo concierto

El día amaneció diferente, después de trasnochar por el concierto, tocaba madrugar, a las 9:30 había quedado para correr con mi amigo Rodrigo Solís, poeta y filósofo urbano.

Conozco a Rodrigo desde hace bastantes años, cuando nos conocimos en Madrid, luego ya pudimos volver a darnos un abrazo en México DF en mi anterior viaje. En esta ocasión ha sido distinto, no nos hemos encontrado en la noche, en uno de los antros habituales, ha sido de forma saludable, nos henmos ido juntos al bosque de Tlalpan, donde hemos pasado la mañana sudando y paseando, hablando de lo divino y lo humano, de la poesía, de la música, de política, de nuestras vidas... Ha sido una gran experiencia, no me iré de México sin volver a saludar a Rodrigo, lo prometo.

Por la noche, segundo concierto, esta vez en el "OhAlá", donde ya tuve el placer de tocar en mi anterior viaje. A la llegada estaba su propietario, Javier Espinosa (con el que ningún parentesco me une, aunque se llame como mi hijo), que no me reconoció al principio, algo que no me extraña, ya que me esperaba con un cartel en la entrada al que ya me parezco mucho.

En esta ocasión hubo más público que el día anterior (los jueves son mejores que los miércoles) y entre el público pude saludar a mi amiga Marisol Ponce, que pese a que vivió 8 años en Madrid, conocí ya en México, a su vuelta. Ella fue en su momento la coordinadora del grupo "Trova de Babel", donde podíamos seguir las andanzas del mítico Gerardo Peña.

En esta ocasión sólo hubo un invitado, mi inseparable Nahuel, que volvió a acompañarme en varias canciones y luego estuvo él triunfando, con sus canciones en solitario.

Ya es viernes, hoy iré a dos conciertos, pero como público. Mi día de descanso.

No hay comentarios: